El texto que sigue y que lleva el título de "QUIEN CANTA SU MAL ESPANTA" es la traducción al español de parte del artículo "MAESTROS, ESTRÉS Y MÚSICA: UNA COMPOSICIÓN QUE SUENA BIEN", que escribí originalmente en catalán y que incluye una investigación sobre el tema. Fue galardonado con el Premio de Comunicación Científica "Joan Lluís Vives" del año 2000, siendo publicado en el suplemento El Temps Universitari de la Revista El Temps, nº 885. Si te interesa el artículo completo en español (o en catalán), puedes pedírmelo por correo electrónico, más abajo.
Texto
La sabiduría popular hace esta afirmación con conocimiento de causa; el canto es una de las actividades que más aleja los sufrimientos y las tristezas. Hay muchos argumentos que lo abonan. Por una parte, el canto está íntimamente relacionado con la respiración, cosa que permite su regularización. También tiene una relación directa con el movimiento del diafragma y su relajación; al cantar se mueven los músculos de la cara de manera parecida a cuando se ríe, una acción que produce efectos inmediatos sobre el estado de ánimo.
El uso de la voz y el canto es, por lo tanto, una parte importante de la terapia con música, asociada a menudo a otras técnicas como por ejemplo la visualización, la meditación o concentración mental sobre un sonido vocal, el canto de afirmaciones, entre otras.
El canto permite expresar emociones con un lenguaje no verbal, modificar estados de ánimo, comunicarse con los otros miembros del grupo. Si se cantan sonidos sobre una misma vocal mientras dura la expiración, al estilo del canto gregoriano, se consigue un estado de tranquilidad y plenitud difícil de lograr con otros procedimientos.
El artículo está subdividido en:
- Introducción.
- Es necesario encontrar soluciones.
- La música hace milagros.
- Hacer música.
- Quien canta su mal espanta (que es el texto reproducido).
- La investigación.
- Las claves de la Musicoterapia Autorrealizadora - MTA.
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